Impaciente en un bar de Madrid con todos los documentos listos.
¡Y… SI!
¡VISADO J1 ACEPTADO!
Tras la entrevista en la Embajada de Estados Unidos ubicada en la calle Serrano nº75.
En el mismo instante que el funcionario impactó el cuño sobre mi pasaporte supe que mi vida iba a cambiar.
No me importaba que la experiencia resultase positiva o negativa, lo más probable es que fuese una vivencia única con el objetivo de esculpir mi nueva versión.
Sacaría de mi todo aquello que sobraba, ya que de eso trata esta técnica artística que a base de golpes da lugar a formas concretas y fascinantes.