Febrero 2021
Los tiempos han cambiado.
Nuestra existencia parece que atraviesa por dos dimensiones: la real y la aparente.
Donde lo que mostramos en muchas ocasiones no coincide con lo que sentimos.
Enviamos emoticonos sonriendo que solo son una defectuosa imitación de nuestra impresión por el mensaje, ya que frecuentemente nuestra expresión facial ni se inmuta.
Jugamos con la confusión, el desorden, el escaparate y el filtro más amable, pero…
¿Se puede comprar la personalidad?
¿Conservas la misma identidad que hace diez años?
Yo espero que los adjetivos que te califiquen sean otros y que no olvides hacerte preguntas metafísicas de la condición:
¿Quién soy?
¿Cuál es el sentido de mi vida?
¿Somos libres o pertenecemos a una sociedad moderna encadenada?
¿Realmente soy como parezco o vivo tras una máscara?
Reflexiona, razona, ten tu propio punto de vista y no te conviertas en un miserable moral que carece de principios y valores.
Carolina Gascón